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Las mujeres siguen sufriendo un agravio comparativo con respecto a los hombres en cuanto a presencia en puestos directivos y en remuneración. Así lo constata la 14ª edición del informe Talento Femenino 2020. Diferencias salariales y cuota de presencia directiva femenina presentado por EADA Business School e ICSA Grupo. El estudio se ha elaborado a partir de una muestra que recoge datos salariales de más de 80.000 individuos empleados por cuenta ajena en España, captados a través de encuestas directas y plataformas tecnológicas.

La primera conclusión es que las mujeres sólo ocupan un 16,4% de los puestos directivos en España. Aunque es el mejor porcentaje desde 2008, en el que se llegó a un 19,5%, sigue siendo un avance muy lento. Según el estudio, las mujeres representan solo el 8,7% de las directoras generales del país. Por áreas funcionales, destaca la presencia femenina en la dirección de Recursos Humanos con un 32,5%, seguida de la financiera (19,6%). Según la tipología de empresa, hay una mayor cuota de presencia directiva en pequeñas empresas (9,66%) y menos en medianas empresas (5,17%) y gran empresa (1,57%).

A esto cabría añadir la mayor presencia de mujeres en la categoría más baja, la de empleados, donde el porcentaje es de un 41,4% y menos en el de mandos intermedios (27,5%). 

Brecha salarial entre hombres y mujeres

La segunda conclusión del informe es que persiste la brecha salarial en todas las categorías profesionales. Donde es más evidente es en los puestos directivos: mientras que la retribución media actual de un directivo es de 85.985 euros brutos anuales, la de su homóloga es de 74.199 euros (lo que representa una diferencia del 15,9%). En mandos intermedios, la remuneración de ellos es de 43.789 euros anuales y la de ellas es de 39.524 euros (10,8%). Y en la categoría de empleados, el salario medio de ellos es de 25.470 euros anuales mientras que el de ellas es reduce hasta los 22.768 euros (11,9%). 

“Estos datos demuestran que existe una masculinización de los trabajos mejor remunerados, que no se ha frenado con la recuperación económica de los últimos años”, asegura Indry Canchila, socia de ICSA Grupo y responsable del informe. En su opinión, “esta diferencia salarial es especialmente grave y preocupante en un momento como el actual provocado por la Covid-19, pues las mujeres tienen menos capacidad de ahorro y, por consiguiente, son más vulnerables”.

En la misma línea se expresa la Dra. Aline Masuda, profesora de EADA y colaboradora del informe: “Las crisis siempre perjudican a las mujeres. Por ejemplo, durante este periodo de confinamiento, las mujeres son las que dedican más tiempo al cuidado de la casa, la escolarización y la familia, sacrificando si es necesario el tiempo de su trabajo”. Según Masuda, la fórmula del teletrabajo por la que han optado muchas empresas en este período no es la más idónea, porque no permite conciliar ni cumple unos protocolos de horarios ni seguimiento del trabajo realizado, es un teletrabajo forzado que perjudica todavía más a las mujeres”.

Para cambiar esta tendencia, tanto Canchila como Masuda reclaman a empresas y gobiernos “el rediseño de un modelo de compensación que sea más justo y equitativo, transparente y ajustado a las necesidades individuales”. Por ejemplo, que la igualdad salarial se imponga por ley, como ocurre en Alemania, donde las empresas están obligadas a hacer públicos los salarios de sus empleados. Otra opción pasaría por impulsar medidas de retribución flexible como plataformas de descuentos y beneficios sociales, telemedicina y teletrabajo, apoyo psicológico, flexibilidad y conciliación. Según Masuda, “la crisis derivada de la Covid-19 debería forzar un replanteamiento en el modelo de dirección y organización del trabajo, es una oportunidad para provocar un cambio que permita a las mujeres participar en la toma de decisiones estratégicas”.

⏩ Indry Canchila y la Dra. Aline Masuda analizarán los resultados de este informe en el webinar que haremos el próximo 18 de mayo a las 16 h. Inscríbete: https://bit.ly/2y5UtDi