Leading What Matters
Manifiesto Institucional
En el nuevo mundo de la policrisis, no hay vuelta atrás posible a ninguna noción de "normalidad" que podamos derivar de la experiencia del siglo pasado.
Ante las nuevas presiones que sobre el entorno empresarial y la sociedad ejercen las distintas crisis que estamos experimentado: cambio climático, conflictos armados, desigualdad mundial, incertidumbres macroeconómicas y migraciones masivas, entre otras, las escuelas de negocios –como responsables que son no solo de desarrollar y formar a la clase empresarial, sino también de ayudar en la planificación y la autorreflexión de los actuales líderes empresariales– no pueden dar la espalda a esta realidad, y deben ponerse a la vanguardia de una tarea mucho más amplia: la de movilizar el potencial de las empresas como fuerza del bien.
Este panorama global, cada vez más desorientador, al que se enfrentan las empresas nos obliga a trabajar codo con codo con líderes empresariales, para ir más allá de las prácticas empresariales tradicionales. Los nuevos liderazgos deben saber navegar por el cambio constante, trabajando con los distintos agentes, sean individuos u organizaciones, para mejorar su adaptabilidad y adquirir nuevas habilidades a medida que cambian las mareas de la economía, comprometidos activamente con los temas que importan. Las complejas interacciones y retroalimentación entre la sostenibilidad medioambiental, el aumento de las desigualdades y la creciente presencia de la inteligencia artificial, subrayan la importancia de mejorar y reciclar las habilidades y competencias de nuestra fuerza laboral.
Esto es aún más importante cuando los antaño familiares contornos del trabajo están siendo redibujados por las nuevas tecnologías, y las generaciones más jóvenes buscan mayor fluidez y modelos alternativos de empleo. En este contexto dinámico, la importancia del aprendizaje permanente y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios exponenciales, sean tecnológicos o medioambientales, ocupan un lugar central y constituyen un requisito previo para garantizar no solo la empleabilidad, sino el crecimiento personal en las trayectorias personales y profesionales. Adaptarse a la evolución del mercado laboral y adquirir nuevas competencias no solo es la clave de la empleabilidad individual, sino que también desempeña un papel fundamental en el rejuvenecimiento de las organizaciones y en la revitalización del tejido social y medioambiental en las que existen.
Es en el entorno de las escuelas de negocios donde este viaje transformador toma forma, ya que estas tienen la responsabilidad de desarrollar programas de formación que doten a los individuos de las habilidades necesarias para la era digital. Si capacitamos a líderes para utilizar los avances tecnológicos de forma responsable, podremos crear verdaderos multiplicadores empresariales, que fomentan el desarrollo económico, corrigen desigualdades sociales y aplican prácticas más sostenibles mucho más allá de su ámbito directo de actividad.
El impulso a las empresas con impacto positivo es la piedra angular para cultivar una sociedad global resiliente, en la que la actividad económica y el medio ambiente coexisten sin tensiones, impulsándonos hacia un futuro próspero y sostenible a largo plazo.
EADA lidera este impulso a partir del conocimiento y la investigación en sostenibilidad empresarial, transformando personas y creando un impacto real gracias a sus agentes multiplicadores: estudiantes, Alumni, profesorado, socios, entre otros.