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EADA presentó el pasado 25 de febrero el informe ‘El valor de compartir principios’, que analiza la implantación de la responsabilidad social entre las empresas firmantes del Pacto Mundial en España. El estudio, liderado por la profesora y directora del Corporate Sustainability Impact Centre de EADA Elisabet Garriga y elaborado conjuntamente con las principales escuelas de negocios del país, permite conocer el nivel de implantación de los 10 principios del Pacto Mundial. Estos diez puntos están basados en declaraciones y convenciones universales relacionados con los derechos humanos, las normas laborales, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

Durante el acto, Garriga destacó que “uno de los grandes hitos a lo largo de la crisis ha sido conseguir más adhesiones de empresas a la Red Española del Pacto Mundial” y aseguró que “entre todas las redes locales somos la que tiene más firmantes”. Precisamente, en los últimos diez años se ha pasado de 200 entidades integrantes iniciales a 2.535.

En la imagen, la profesora de EADA Elisabet Garriga durante la presentación del estudio ‘El valor de compartir principios’.

Beneficios sociales y rentables

“Vale la pena ser parte integrante de esta iniciativa porque el 97% de las empresas que participan consideran que han avanzado en materia de responsabilidad social”, remarcó la profesora de EADA. Según el informe, las grandes entidades dan una gran relevancia a mejorar las medidas laborales y a la lucha anticorrupción en un 80% y 70%, respectivamente; mientras que las pymes se han focalizado en darle importancia a las normas laborales (68%) y al medioambiente (63%).

Pero no sólo estas compañías han avanzado en su gestión socialmente responsable sino que además han visto aumentar su expansión internacional desde la firma del Pacto Mundial. Así, las grandes empresas, en un 13% de los casos, han visto crecer su facturación proveniente del exterior en más de un 60%. Mientras que el 11% de las pymes han aumentado su facturación hasta un 40%. Y desde un punto de vista cualitativo, destaca el 62% de las grandes empresas con actividad internacional que han mejorado su reputación corporativa y su competitividad y el 54% en el caso de pequeñas y medianas empresas.

Un momento de la mesa redonda en la que intervinieron algunos de los firmantes del Pacto Mundial.

Mesa redonda con firmantes del Pacto

Posteriormente a la presentación del estudio se hizo una mesa redonda donde participaron Janette Martell, coordinadora general del Plan Director de Responsabilidad Social de ESADE, Ignasi Fainé, director de Comunicación y Responsabilidad Corporativa de Agbar, Marcos González, editor de la publicación ‘Corresponsables’ y fundador de la editorial Media Responsable.

El debate se inició con la intervención de la profesora de EADA, Elisabet Garriga, que insistió en “la necesidad que tienen las empresas de medir el impacto social y económico de las acciones de responsabilidad social para mejorar su gestión”. Como manifestó, “se han de crear métodos de medición eficaces que ayuden a las compañías y al Pacto Mundial en su trabajo”.

Por su parte, Fainé aseguró que “trabajar con Naciones Unidas es inspirador” y que “para conseguir los objetivos del milenio debemos implicar a las compañías para cambiar las cosas, no sólo a los gobiernos locales”. A lo que añadió que “la Red Española del Pacto Mundial es una herramienta para conseguir empresas más humanas, a través de la motivación, la implicación y el impacto”.

En este contexto, el editor de ‘Corresponsables’, Marcos González, advirtió que “cuando hablamos de los derechos humanos lo asociamos a países pobres, pero hemos de ser conscientes de que en España también se vulneran estos derechos”. Además, González coincidió con Garriga en que “las empresas deben presentar sus informes de progreso en RSE porque así generan valor”. Y acabó matizando que “este documento es público, mejora la imagen corporativa y es una herramienta comunicativa de venta”.