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El estudio Teletrabajo en tiempos de Covid de EADA alerta de que esta opción llevada a cabo por la mayoría de empresas durante el confinamiento para continuar su actividad ha sido más contraproducente de lo esperado a priori. El informe, realizado por la profesora de EADA, la Dra. Aline Masuda, y los investigadores y participantes del MBA de EADA Edgar Quero y Luciano Strucchi en base a una muestra de 600 trabajadores, constata que el teletrabajo ha comportado en muchos casos una sobrecarga de trabajo y, al mismo tiempo, dificultades para conciliar vida familiar y profesional.

El estudio detalla que sólo un tercio de las personas que trabajaron desde casa prefieren esta opción antes que la de ir presencialmente a la oficina. Uno de los motivos principales de este desencanto generalizado es que el teletrabajo  ha supuesto un aumento de la jornada laboral para más del 80% de los encuestados. Según Aline Masuda, “la mayoría de empresas ha transitado hacia el trabajo por objetivos como alternativa al control presencial de la jornada, algo que no en todos los casos ha sido suficientemente planificado”. Ante esta situación, añade, “las organizaciones deberán hacer un esfuerzo para definir los objetivos y pensar en la carga de trabajo que estos conllevan, más allá de establecer un horario fijo”.

Pero el desencanto que ha provocado el teletrabajo también se debe a otras casuísticas no previstas inicialmente. Sin duda, la más destacada por la mayoría de encuestados hace referencia a la conciliación: un 48% reconoce haber tenido serios problemas para separar la vida profesional de la personal, sobre todo para las mujeres con personas a su cargo, ya sean mayores o niños. A esto cabría añadir otros factores, como las interrupciones constantes que han supuesto las videoconferencias (ocupando más de dos tercios de la jornada laboral), un espacio físico inadecuado, o los problemas de conexión a Internet. En concreto, el 42% de los encuestados afirma tener problemas de concentración por las interrupciones familiares y el 33% asegura no disponer de un espacio adecuado para trabajar.

Para Masuda, “el problema principal radica en el hecho que las empresas han implantado precipitadamente la fórmula del teletrabajo sin unos protocolos definidos, sin medidas de conciliación y sin hacer una correcta gestión del tiempo para evitar el burnout, sobre todo para trabajadores con personas a cargo”. Por ello, para introducir en el futuro esta modalidad, la profesora de EADA recomienda que “se haga de forma moderada y paulatina y con unos protocolos bien definidos”.

Para evitar que suceda lo mismo que ha ocurrido durante el confinamiento, Aline Masuda plantea las siguientes recomendaciones para las empresas:

• Tener rutinas y trabajar por bloques, no en horario seguido. Es aconsejable parar en la mitad de la jornada para hacer deporte u otras actividades.
• Evitar el exceso de videoconferencias que fatiguen (no hacer más de 2 reuniones).
• Establecer un límite de acceso al email y WhatsApp del trabajo (es decir, horario de conexión).
• Acordar las pautas de trabajo con el/la supervisor/a.
• Tener momentos de transición entre la actividad profesional y la actividad familiar.

Pese a los inconvenientes detectados en este informe de EADA, la gran mayoría de los trabajadores no conciben volver a la oficina sin la opción del teletrabajo. El 80% considera que su empresa debería implementar algún tipo de opción de teletrabajo en el futuro.