VIII Diagnóstico Financiero de la Empresa Española de EADA y CEPYME
Recuperación económica 'firme' de las empresas españolas
El VIII Diagnóstico Financiero de la Empresa Española de EADA y CEPYME constata la recuperación económica y financiera que empezaron a vislumbrar las empresas de nuestro país en 2015. Según el informe, basado en el análisis de 700 compañías de diferentes sectores y tamaños, todas han mejorado sus principales indicadores. Así, por ejemplo, la rentabilidad empresarial se elevó hasta el 7%, el mayor porcentaje desde 2007. También en 2016 las ventas crecieron en promedio el 3,7%, destacando el sector industrial –en especial, grandes y medianas compañías con alzas alrededor del 10%, todo lo contrario de microempresas y pequeñas, que apenas superaron el 2% y 3%–. Además, el 77% de las empresas tuvieron beneficios –sobre todo las exportadoras–, la cifra más alta desde 2009.
En el apartado financiero cabe señalar la mejora de acceso al crédito –en 2016 sólo un 17% de las empresas tuvieron restricciones de crédito, un porcentaje inferior al 21% de 2015 y al 34% de 2014– y el descenso de la morosidad por cuarto año consecutivo, que se situó en el 3% sobre las ventas.
Otro dato ilustrativo del cambio de tendencia es la generalización de medidas de gestión empresariales más pensadas para el medio que para el corto plazo. Así, mientras que en los años 2012 y 2013 las empresas se focalizaron en la reducción de gastos operativos, gastos de personal y disminución del precio de venta y márgenes para aumentar su volumen de facturación, en 2016 su prioridad fueron medidas más a largo plazo. En concreto, la mayoría ha centrado sus esfuerzos en la mejora del proceso de comercialización de productos, lanzamientos de nuevos productos, actividades o líneas de negocio y mejoras en el precio de compra de las existencias.
Factores de incertidumbre
Aunque hay razones para el optimismo, Rafael Sambola, director del Master en Dirección Financiera de EADA y autor del estudio, alerta de que “las inversiones empresariales aún no son suficientes para asegurar un crecimiento sostenido a largo plazo”. En concreto, el 62% de las empresas consultadas no tiene previsto hacer ninguna inversión o si la hace será por debajo de la amortización.
En su opinión, “las empresas se lo piensan dos veces antes de invertir, principalmente porque su prioridad sigue siendo la reducción de su carga financiera derivada de la reciente crisis económica”. Sin embargo, apunta, “deberían aprovechar los bajos tipos de interés para lanzar nuevas inversiones, pues es la única manera de ser competitivas de manera sostenible”. En el caso de pymes y microempresas, el profesor de EADA aboga por “iniciar procesos de fusiones y adquisiciones para garantizar ese crecimiento sostenible tan necesario para mejorar su rentabilidad”. En esta misma línea, Mª Helena de Felipe, vicepresidenta de CEPYME y presidenta de Fepime, insiste en que “es imprescindible que las pymes aumenten estos ratios de rentabilidad para ampliar su capacidad productiva, ganar dimensión y dirigirse hacia otros mercados”.
Las empresas se lo piensan dos veces antes de invertir, pues su prioridad sigue siendo la reducción de su carga financiera
Otro motivo de preocupación que refleja el informe es el menor ritmo de contratación pese al mayor dinamismo económico. De hecho, el porcentaje de empresas que prevé contratar más personal este año vuelve a ser del 37%, igual que el año anterior. Los principales condicionantes son “la falta de desarrollo de un sistema de relaciones laborales ágil y adaptativo a los cambios y la carencia de una cultura basada en la formación permanente”.
A esto el profesor Rafael Sambola añade dos aspectos más. Por una parte, “la problemática del mercado laboral español, con los mayores índices de paro de Europa, que puede convertirse en una cuestión estructural, más que coyuntural”. Por otra, “la destrucción de 107.490 empresas entre 2008 y 2016, lo que ya podemos definir como el mayor coste de la crisis económica”. En su opinión, “este hecho no puede ser reparado únicamente con la promoción de emprendedores, pues esta solución difícilmente va a cubrir la pérdida de experiencia, de volumen de empleados y de productos que las compañías desparecidas ofrecían”.
A pesar de esta incertidumbre, las empresas encuestadas afrontan este ejercicio económico con mejores perspectivas respecto al de 2016. Así, por ejemplo, un 67% prevé aumentar sus ventas al cierre del ejercicio de 2017. Además, reafirman su compromiso con el desarrollo de nuevos productos y líneas de negocio así como invertir más en su presencia online.