Noticias

EADA presenta el estudio ‘Satisfacción y compromiso del directivo en Catalunya’

12 Mayo 2011

Contentos en su trabajo


Barcelona, 5 de mayo de 2011. A pesar de la crisis, que ya dura más de tres años, un 82% de los directivos que trabajan en Cataluña aseguran estar satisfechos con su trabajo, nueve puntos superior a los empleados que alcanzan el 73%. Esta es una de las principales conclusiones del estudio ‘Satisfacción y compromiso del directivo en Catalunya’ elaborado por la Escuela de Negocios EADA. Aline Masuda, profesora de EADA y autora del informe, argumenta que en un entorno de profunda crisis como el actual es “normal que se sientan gratificados por el mero hecho de conservar el empleo, sobre todo cuando trabajan en empresas donde se han producido reducciones considerables de plantilla”.

En cuanto al compromiso manifestado, un 26% de los encuestados piensa a menudo dejar el trabajo mientras que un 32% quiere buscar uno nuevo en los próximos 12 meses, lo que nos indica que, aunque la mayoría manifiesten su satisfacción, un porcentaje considerable no se siente valorado en su justa dimensión, tanto económica como profesionalmente. En este sentido es interesante observar que un 37% de los encuestados considera que lo más probable es que no podrá desarrollar su carrera profesional dentro de la empresa frente al 36% que afirma lo contrario.

Otro de los aspectos que refleja el informe es el concepto de flexibilidad, asignatura pendiente en la empresa catalana y española en general. Un 77% de los directivos consultados afirma tener autonomía en sus decisiones pero sin embargo en el 71% de los casos en las empresas no se permite la media jornada ni tampoco el trabajo desde casa (63%). De los que si pueden acceder al teletrabajo, muestran un grado de satisfacción, motivación y compromiso superior al resto de sus homólogos de otras compañías.

La situación económica actual donde se supone que hay que arrimar el hombro y la responsabilidad asumida hace que la carga horaria de los directivos en Catalunya alcance un promedio de 48 horas semanales, lo que implica ‘regalar’ una jornada laboral cada semana.